lunes, 15 de octubre de 2012

CALLES DE OTROS TIEMPOS (TANGO)

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Voy borracho de un pasado
que comienza a cada tango,
y termina no sé dónde,
en silencio y callejón.

Voy andando y desandando
mil veredas de cemento,
en aquella Buenos Aires
sin semáforo y neón.

Voy silbando viejos tangos
por las calles de otros tiempos,
de San Telmo y de Palermo
del brazo de una mujer...

Y de nuevo hay arrabales,
con las pibas soñadoras
en floridos sus percales,
inspirándome un clavel...

Me haré eterno caminante,
si el destino me hace el sueño,
despertándome mañana
bajo el lánguido farol...

¡Qué me importan los cementos
que me estorban el recuerdo!
¡Hoy los borra mi memoria
con el codo del alcohol!


© CLAUDIO MADAIRES (CAGB) De su libro Rante y versante, Letras de tango



jueves, 30 de agosto de 2012

PERDONADO POR LA MADRE (TANGO)


por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com




Yo sé que fui peor que un malviviente
al dejarla, mamá, como si ayer;
fugándome de hogar bueno y decente,
como guacho parido sin mujer.

Robé todo el ahorro de su vida.
Lo gasté en porquerías, a lo hampón.
Usted sí me perdona, tan sufrida,
¡aunque yo le maté su corazón!

Lloraba así, a los cuarenta,
un hombre vuelto al pasado,
con el zurdo hecho osamenta
ante un nicho arrodillado.

Aunque nunca será excusa,
de pibe no tuvo padre.
¿Y qué si alguno lo acusa?
Perdonado por la madre.

Hoy vuelvo; pero tarde en plena noche.
Con su dinero o sin él, soy el terrán.
Yo soy el vil ladrón que hizo derroche
de sus pesos guardados, cual rufián.

¡Perdón, perdón, perdón por este drama!
¡Perdón si le faltó hasta pa manyar!
¡Yo mismo alcé su cruz, querida mama!
¡Y la mía después, hasta aguantar!

© CLAUDIO MADAIRES (CAGB) De su libro Rante y versante, Letras de tango



lunes, 2 de julio de 2012

EL TROESMA DE TANGO (TANGO)

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Esforzate algunos años en aprender bien el tango,
sin olvidar la milonga y el valcesito criollo.
Mangeá tiradores negros, encharolate el tamango,
y dátela sin asquete de gallo aunque seas pollo.

Te vas a dar la gran vida, palabra de veterano.
Tenés patente de corso, aunque seas patadura,
pa enseñar el meta y ponga derecho o a contramano.
Nacido en Palermo Viejo, no hay prosapia, che, más pura.

Al estilo de Carlitos, castígate a la gomina.
Usá perfume de moda, si falta el agua florida.
Cuando vayás de milonga, no bailés con cualquier mina.
La que elijás pa'l gotán, que se sienta una «elegida».

Atendé a toda turista, del país de donde venga,
que buena plata te traiga, a vos, «maestro porteño».
Si hay guita, bailá con corte, aunque te toque la renga.
Y dales también quebrada, que no hay picaflor pequeño.

Dólares, si americanas; euros, si son europeas;
y le cobrás en especias a la churrasca mistonga.
Recordá que pa un Troesma no hay nunca fulanas feas:
en tanto y en cuanto garpen, a todas ronda catonga.

Cobrá bien caras las clases, pa ser el más codiciado;
que no hay monedero 'e mina que los vivos no vaciaron.
Y no olvidés lo que digo, que es un consejo dorado:
pronto se olvidan del bicho, una vez que se rascaron.

© CLAUDIO MADAIRES (CAGB) De su libro Rante y versante, Letras de tango


miércoles, 13 de junio de 2012

EN TU CEPO (TANGO)

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Simulaste, mujer, casto cariño,
y lo hiciste a sabiendas del por qué.
Me amuraste en tu cepo como a un niño,
por chapar la menega que enguiyé.

No buscaste monedas de este pobre
—vos sabés, por el mango, a dónde ir—;
preferís a varones sin un cobre,
pero ricos de amor por destruir.

Vos disfrutás como loca
desangrando corazones.
Pues como el tuyo es de roca,
nada entiende de emociones.

Vos envidiás los amores
de las otras, las sinceras.
Enfermás a los mejores,
que se enamoran de veras.

Tu recuerdo será tremendo y triste,
cuando logre sanearme el corazón.
Yo lo abrí para vos, y en él hundiste
tu franela de rubio cabuchón.

Vos sos loba en perfume de cordera.
A unos cuantos habrás herido mal.
Pero intuyo que un día, algún cualquiera
vengará tus lurpiadas con puñal.


© CLAUDIO MADAIRES (CAGB) De su libro Rante y versante, Letras de tango





domingo, 27 de mayo de 2012

EL CABUCHÓN (TANGO)

por CLAUDIO MADAIRES
claudio.madaires@gmail.com


Porque la quise sin grupo, porque la quise a lo otario,

estoy manyando amargura; y ella, se ve que muy bien.

Aunque me di todo entero, sufro paciente el calvario

de irme a Palermo mancado, volcando el codo recién.


Y si pretendo encararla, sin mucho para decirle,

es porque tengo la nana de plantarme pa escuchar.

Quiero que explique sin vueltas, sin chamuyo medio chirle,

de qué está hecha esta mina que goza con fallutear.


Actuaste bien, zaguanera,

mientras planeabas tu ascenso.

Y yo, el opa, el gran mamerto,

te creía un gran fetén.


Berretín a precio de oro

Me costaste, ¡gran fayuta!

Y hasta un barbijo en el zurdo

le encajaste a mi beguén.


Con su pinta, gran señora, ahora gana lo suyo.

Si mistonga de pañales, a un bacán lo va a heredar.

Se acabó, pa usté, el pueblito, el metejón donde el yuyo:

entre sábanas de seda, ahora puede estafar.


Y sin más yo le comento, que aunque me cabe el vengarme,

el facón no está de moda, y tampoco un gran chichón.

No soy bueno pa'l comercio, y ansí pudo usté estafarme:

la creía una joyita; y era rubio cabuchón.


© CLAUDIO MADAIRES (CAGB) De su libro Rante y versante, Letras de tango





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